viernes, 9 de junio de 2017

No tengo un método para crear las historias. Aunque si lo pienso un poco, todas las ideas llegan de la misma manera: de lo imprevisto.  Sólo dejo que algo suceda, y ese es el comienzo.  Siempre llegará algo inspirador. Es igual que la muerte porque no sabemos cómo ni cuando sucederá pero tenemos la certeza de que va a a llegar.
Por ejemplo la historia de La sirena de los tatuajes que estará publicada en octubre o noviembre, nació así.  Sucedió que vi un tatuaje en su pie asomando del pareo blanco que la protegía del sol. Eran perfectos, tanto el pie como el tatuaje.
Le pedí tomarle una foto. Accedió y silenciosamente me mostró también el de su brazo, otro en el hombro y uno en el muslo. Hasta que pude ver una frase tatuada que recorría toda su espalda.
Ella fue la musa para el episodio de la sirena, y también la modelo. 
Pero mirá vos qué contradicción. Yo, relacionando las historias con la muerte, y la frase que ella lleva en su espalda dice “Nunca es tarde para volver a empezar”.















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