Dos ilustraciones de tango.

BOCETO A LAPIZ SOBRE CARTULINA

Claufebo, el unicornio, junto a Sirio (episodio 2)

ACUARELAS EN BUDAPEST

Tarde de abril. Isla Margarita, la que divide a la ciudad en dos sobre el río Danubio. Sobre un papel poroso y de alto ramaje, algunas manchas de aves. Acuarelas y lápices acuarelables.

Sirio nadando en las aguas del archipiélago (lápiz y pastel a la tiza)

Dibujo a lápiz de Boemius (el híbrido que ha desarrollado el lenguaje aunque no el habla), junto a Sirio. Se comunican telepáticamente. 

Portada de la edición número 1 de Sirio.

Estudios de manos (lápiz y carbonilla)

Tres ilustraciones para una publicación dirigida a público adolescente.

TINTA CHINA

Estos dibujos fueron realizados para un público juvenil y adulto. En unos casos empleando estilógrafo y pincel, otra opción con tinta aguada, o trazos espontáneos a pluma para lograr rasgos más expresivos.

INFANTILES

Algunas ilustraciones para distintas edades.  Diferentes técnicas y estilos.

A veces los bocetos terminan siendo los originales que elijo para ilustrar los textos del episodio. Me interesa dejar visible el trazo suelto. Pienso que el error del gesto despreocupado del dibujo previo transmite expresividad y calidez, lo siento más cercano al lector. En el episodio 2 de Sirio combino las técnicas del claroscuro y las texturas del grafito –como las que se ven aquí– con algunas viñetas de línea a puro estilógrafo y negros plenos, al estilo del cómic.

Si bien las aventuras de Sirio están ambientadas en un tiempo futuro, la estética tiene reminiscencias medievales.  Los viajes que hice por Normandía y Bretaña influyeron en eso.  O talvez fue al revés, aunque todavía no había inventado ni al personaje ni la historia, quizá fui buscando las musas escondidas en aquellos lugares sin saber qué me revelarían.

Sirio suele luchar con un casco que lleva dos cuernos que le arrancara a una quimera en un combate. También tiene varias espadas en la vieja catedral abandonada donde encontró vestigios de los templarios.